Ilustración del artista GÓMEZ DE ZAMORA,
enviado por el autor para Antonio Miranda
CANCIÓN DE AMOR IMPRECISO
Poema de ANTONIO MIRANDA
Es un hecho, yo me someto:
estás en las cosas que veo
y no las puedo apartar
aunque cerrados los ojos.
El tiempo pasa y — extraño —
te afirmas en mí,
en mi desgraciado ser
necesitado de amor.
En los libros que leo te encuentro,
en las fórmulas matemáticas,
en las especulaciones filosóficas
— páginas tristes que escribo.
No sé si sufro tu ausencia
o el propio abandono,
sé apenas que sufro
sin derecho a resistencia.
Y el dolor que me consume
antes de aniquilarme
despierta deseo indómito
de merecer tu amor.
Los versos que escribo no leerás
los escribí para mí, para los
que sufren como yo, perplejos,
contentos con el propio sufrimiento.
Escribo estos versos masoquistas,
fallos de estilo y de impío formato,
como quien dialoga inconsecuente
con el dolor mismo que los inspira.
Doble es el dolor del poeta
que escribe lo que sufre,
y sufre lo que escribió,
y halla allí algún placer.
Estás a mi alcance
y nada hay que me impida
conquistarte y convencerte:
es que la victoria es derrota.
Teniéndote muere el mito que eres el amor que se materializa
no trasciende y se diluye,
y en desear me contengo.
No es tu belleza que amo,
es el placer que ella adviene:
tu belleza inconsútil, ígnea,
imantada mas padronizada.
Tu amor tranquilo y llano
sin convulsión ni trastorno,
pero te pregunto: ¿acaso
el amor es simpe monocorde?
Va el tiempo pasando indiferente,
yo con mis elucubraciones,
viéndote aquí y allí, acullá,
solo el tiempo aparta o reafirma.
Que el tiempo solo no basta
ni basta la simple razón.
( Octubre 1965 )
|